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- Ago 19
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Reclamar banco
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Las deudas por tarjetas revolving suben un 10% en dos años
¿conoces reclamar banco?
Las tarjetas revolving siguen causando estragos y generando deudas entre los consumidores. Las últimas cifras revelan que su uso sigue creciendo
Las deudas por tarjetas revolving en el total de las deudas por crédito al consumo de quienes solicitan una reagrupación ha crecido desde el 11% de 2017 hasta el 14% en 2018 y un 21% sólo en lo que va de 2019. Un 10% en menos de dos años.
El motivo, muy sencillo, son muy fáciles de conseguir. Pero detrás de esta bonita fachada se esconden unos intereses altísimos, se podría decir que abusivos, para muchos, directamente, usura. En resumen, se trata del crédito más caro que hay en el mercado; más que los créditos al consumo al uso y mucho más que las hipotecas, el tipo de préstamo más habitual.
Por si esto no fuera poco, según una agencia que actúa como mediadora crediticia ante las entidades financieras, no sólo suben los casos, sino también el importe medio que las familias cancelan por tarjetas revolving, que ha pasado de 5.000 euros en 2017 a los 7.000 euros actuales.
Créditos al consumo
En los dos últimos años el crédito al consumo ha sufrido un rápido incremento. Una cierta recuperación de la economía y del empleo ha inyectado confianza animando a los consumidores a comprar bienes (electrodomésticos, muebles o automóviles).
Ante esto las entidades financieras optaron por ampliar su oferta ya que, con los tipos de interés en mínimos históricos, encontraron en este tipo de créditos una vía para contrarrestar las bajas rentabilidades del resto de ramas.
Todo esto ha dado como resultado un incremento del crédito al consumo superior al 40% en los últimos 4 años. El Banco de España ha pedido a la banca que endurezca las condiciones de concesión de los préstamos personales ante el repunte de la morosidad.
El pago eterno
En las tarjetas revolving muchos vieron una vía rápida para obtener financiación fácil, pero en su lugar se encontraron con una deuda casi perpetua. «El pago eterno», lo llaman en la Agencia Negociadora de Productos Bancarios, «es decir, que nunca se termina de pagar porque no se empieza a amortizar y todo lo que se paga son intereses». En la agencia aseguran que cada vez tienen más reclamaciones derivadas de este tipo de productos.
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