Bonos

Los bonos son un producto financiero consistente en la compra de deuda, bien sea pública o privada. Su funcionamiento es parecido al de un crédito, puesto que el cliente ‘presta’ dinero a la entidad emisora a cambio de que esta se lo devuelva con un interés añadido.

Es la deuda con la que se financia el Estado, tiene un plazo de entre 3 y 18 meses

Tienen un plazo medio de entre 2 y 5 años.

Su plazo oscila entre 10 y 30 años

Es deuda emitida por las Comunidades Autónomas

Deuda emitida por una entidad privada. En caso de quiebra, se pagaría antes que las participaciones preferentes o las obligaciones subordinadas,  pero después de los pagarés y los depósitos.

Son deuda de la entidad emisora, y se convierten en acciones si se cumplen una serie de requisitos. Cuando el cliente quiere recuperar su dinero debe vender las acciones, lo que conlleva riesgo de pérdida de dinero. Además, si antes de la conversión de las acciones el capital del banco se reduce, el precio del bono también lo hace.

En 2014 la Unión Europea alertó sobre la colocación masiva de este producto por parte de la banca española

Si la entidad emisora quiebra, se pagarían antes que las preferentes o las acciones, pero después de los bonos senior.

Se diferencian de los convertibles en que la transformación en acciones se realiza mediante entrega de acciones viejas en lugar de nuevas.

Su rentabilidad va ligada a la evolución en los mercados de un determinado producto financiero, como por ejemplo un conjunto de acciones de empresas. Existen diversos tipos de bonos estructurados: bonos con capital protegido a vencimiento; bonos con participación sobre el activo subyacente; bonos con cupones digitales; bonos reverse convertibles.