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- Jun 26
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Polémica sobre el funcionamiento de la nueva ley hipotecaria
Tras diez días de ley hipotecaria en funcionamiento, las conclusiones sobre su aplicación son de lo más diversas. Pero hay un dato en el centro de todas las cuestiones: El tipo de interés medio aplicado a las nuevas hipotecas ha subido 30 puntos básicos entre finales de 2018 y abril de 2019, según el Banco de España.
A continuación recopilamos las diferentes posturas para intentar aclarar una situación tan confusa
La lógica, entre darwinista y victimista, de la banca
Desde la banca afirman que este proceso es un encarecimiento lógico a la luz de las circunstancias generadas por la ley. De esta manera consolidan una visión determinista de la economía: las leyes no pueden cambiar los hechos, y los precios se ajustan dependiendo de la oferta, demanda y competencia.
No hay un complot para empobrecer a las clases media y obrera, solo hay una realidad a la que debemos adaptarnos todos. De hecho, no se cortan al afirmar que la banca no deja de sacrificarse asumiendo gastos desde 2018.
Desde la entrada de la nueva legislación, ha quedado claro que se evitará una nueva avalancha de litigios. Ahora bien, también debe reconocerse que la banca, al tener que soportar mayores cargas en un negocio como el crediticio, cuya recuperación es muy lenta, todo ello agravado por la imposibilidad de que haya subidas de tipos en la eurozona, no puede sorprender que las entidades tengan que recurrir a diferenciales más altos.
Lo que dicen los sufridos consumidores
Los consumidores siempre lo han tenido claro: con la nueva legislación los bancos asumirán gastos de notaría, gestoría y registro, pero los repercutirán al cliente.
De hecho el Banco de España ya ha constatado un encarecimiento del tipo de interés medio aplicado a los nuevos préstamos hipotecarios hasta el entorno del 2,4 % en los últimos seis meses, circunstancia que no ha observado en otros segmentos ni en la compraventa de viviendas de otros países del entorno, por lo que podría estar relacionado con los cambios legislativos introducidos recientemente en materia de crédito inmobiliario y de compra de vivienda.
Entre septiembre del 2018 y abril de este año, el coste para la adquisición de vivienda ha registrado un incremento de 20 puntos básicos por el aumento de tipos, al que hay que añadir un alza adicional de otros 10 puntos por la subida de las comisiones bancarias (30 puntos en total), que no se ha observado en otros países de la eurozona.
Según cálculos compartidos por distintas asociaciones hipotecarias españolas, elevar en 0,30 puntos el coste de una hipoteca de 125.000 euros, que es el crédito medio que se pide, teniendo en cuenta el euríbor a un año actual (-0,134%), repercute en el cliente en 211 euros anuales más.
Sin esa subida pagaría 5.582 euros el primer año y con el incremento 5.793 euros. Si el tipo de interés de la hipoteca no cambiara a lo largo de la vida de una hipoteca de 12 años (algo poco imaginable), el sobrecoste total sería de 2.532 euros, y si se paga en 24 años, la cifra se elevaría hasta los 5.064 euros.
«Que nunca más sean los ciudadanos los que paguen este impuesto, sino que sean los bancos», declaró el presidente Pedro Sánchez a principios de noviembre, cuando reaccionó a la sentencia del Supremo. Sin embargo, a la vista de los datos aportados por el Banco de España, esto no parece que vaya a cumplirse.