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- Jul 08
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Los peligros de los bancos Amazon, Facebook o Google
Amazon, Google y Facebook están dando los primeros pasos para añadir a sus funciones el de bancos. Pero su entrada genera dudas sobre el uso que puedan dar de los datos de los clientes, supuestamente protegidos
Los tres grandes de la tecnología, Amazon, Google y Facebook están listo para competir con las entidades bancarias tradicionales y poner a disposición de los clientes unos servicios financieros.
En la actualidad ya cuentan con todo lo necesario para empezar a actuar en España. Y entidades como el Banco Santander, Caixabank o el BBVA han empezado a mostrar su inquietud.
El primer paso ha sido poner en duda la capacidad de estas para proteger los datos de los clientes, a la vista de la larga lista de escándalos a los que se han visto sometidos estas empresas en los últimos años.
Por nombrar solo alguno recordaremos la fuga de datos de Facebook, que le ha costado una multa multimillonaria, y la polémica de Amazon con respecto a la escucha de conversaciones de los usuarios de Alexa.
En estos momentos, los gigantes de la tecnológica, pueden solicitar a los bancos acceso directo a datos financieros de sus clientes siempre que estos lo autoricen (por ejemplo para hacer cargos directos en sus cuentas corrientes por compras en sus plataformas). Además podrán obtener autorización para tratar los datos para otros fines; por ejemplo, de productos.
La bancos, sin embargo, no estarán en una situación similar, ya que no podrán acceder a los datos de los clientes de estas grandes empresas. Esta situación les ha llevado a protestar ante lo que consideran un trato desigual, además de peligroso para los clientes.
PSD2, la directiva de la polémica
La entrada en vigor de la directiva europea PSD2 el próximo 14 de septiembre obligará a los bancos a dar acceso a las cuentas de sus clientes a terceras empresas, cuando así lo decidan los clientes; pero estrena otras herramientas. Así, esta directiva, aprobada en 2015, busca agilizar los servicios de pago de una manera «más rápida y segura», impulsando los pagos online, pero haciéndolos más seguros.
Se exigirá a todos los comercios electrónicos que corroboren la identidad del cliente a través de un doble proceso de autentificación.
Las empresas tendrán que pedir al cliente, por ejemplo, durante el proceso de pago, dos de tres elementos identificativos. El primero tiene que ver con «elementos inherentes» y se realizaría a través de la huella dactilar o el reconocimiento facial.
Un segundo modo de identificar al consumidor se realizará a través de «elementos en posesión», como el DNI o la tarjeta bancaria.
El tercero tendrá que ver con «elementos que conoce» el cliente, como el PIN de su tarjeta o alguna otra contraseña.
La EBA, no obstante, ha concedido una moratoria para que los bancos y los comercios (on y offline) cuenten con algo más de tiempo para adaptarse.