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- Oct 31
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Caos en la banca ante la sentencia del Tribunal Supremo
La banca intenta evitar que el impuesto de actos jurídicos documentados (IAJD) pueda volver a ensombrecer su cuenta de resultados, aún en fase de recuperación.
Las entidades financieras no entienden como unos jueces del Tribunal Supremo han podido cambiar de criterio tan radicalmente en solo 11 meses sin dar muchas o ninguna explicación
Lo cierto es que, tengan los jueces razón en la primera (el cliente es el que debe pagar este impuesto) o en la segunda versión (la del 18 de octubre en la que explican que es el banco el que debe asumir este coste) de sus argumentos, los magistrados del Supremo han sembrado un caos que ha costado a los accionistas 9.000 millones de euros en Bolsa en una semana.
El sistema financiero ha aceptado que a partir de ahora será la banca la que asuma este impuesto, claro con la consiguiente repercusión en el cliente, que verá incrementado el precio de su hipoteca en las próximas firmas.
El grave problema es si la sentencia sienta las bases para reclamar la retroactividad o no del impuesto de las hipotecas. Ahí es donde la banca ha logrado coordinarse para que sus respectivos presidentes y consejeros delegados, aprovechando la presentación de resultados trimestrales, repitan el mismo mensaje: siempre hemos actuado de acuerdo con la normativa existente, que en el caso de los IAJD lleva 23 años en vigor. No tenemos por qué pagar una retroactividad. Por haberse cumplido una norma es difícil que haya que aplicar una penalización”, defienden desde cualquier firma bancaria.
Durante esta semana, es casi seguro que los consejeros delegados de Bankia, BBVA y Santander lancen los mismos mensajes.
De momento, la banca no ha comenzado a realizar provisiones por este motivo, o eso dicen. Pero también es cierto que la AEB y la CECA han debatido la semana pasada si volver o no a sacar un comunicado conjunto aclarando su posición y argumentos legales sobre la polémica sentencia del Supremo.
Ya lanzaron uno el mismo día en el que se conoció el fallo del alto tribunal. Estos episodios recuerdan al debate que mantuvo la banca hace 13 meses sobre la conveniencia o no de emitir uno o varios mensajes sobre los efectos en la banca de la votación ilegal sobre la posible independencia de Cataluña.